"No vuelvo a tomar nunca más en mi vida" es una de las promesas más traicionadas a lo largo de la historia, formulada por bebedores cuyo arrepentimiento dura pocas horas antes de abrir la siguiente botella.
Sin embargo, un escocés de 37 años ingresado en la sala de emergencias del Hospital de Glasgow, tiene razones de peso para mantener su palabra si no quiere pasar otros seis meses lamentándose por haber bebido unas copas de más.
Y es que luego de cuatro semanas con resaca, el individuo decidió internarse en el hospital para recuperar la normalidad de su visión y eliminar el dolor de cabeza que lo estaba carcomiendo.
Al parecer, por cada día de borrachera, este escocés recibió uno de resaca, pues durante cuatro jornadas bebió 35 litros de cerveza, los suficientes como para generarle una severa deshidratación y una resaca inédita, que los médicos calificaron como la de mayor duración en la historia.
Luego de un tratamiento de seis meses el dolor de cabeza se fue, junto a las ganas de volver a abrir una cerveza. |