Los mitos y las leyendas africanas aseguran que el Baobab es el rey vegetal. Incluso, es conocido como el Árbol de la Vida, porque es capaz de dar refugio y de proveer alimento y agua a todos los habitantes de la selva.
Gracias a Heather van Heerden y su marido, Doug, este milenario espécimen suma una nueva cualidad. Luego de encontrar un gran hueco en el Baobab de 22 metros de alto y 47 de circunferencia que yace en el jardín de su granja, este matrimonio decidió inaugurar el primer bar dentro un árbol. "Cuando los Baobabs tienen más de 1.000 años, se ahuecan sólos", argumentó la señora Van Heerden, anticipándose a cualquier acusación que puedan realizarle las agrupaciones de ambientalistas.
Además de los vecinos, más de 7.000 visitantes de todo el mundo se acercan anualmente; contemplan el majestuoso tronco y, agobiados por el calor, disfrutan de unos deliciosos tragos en su interior. El salón, de cuatro metros de alto, alberga hasta 15 personas y, como si fuera poco, tiene su propio sótano con ventilación natural para mantener fría la cerveza. |