"Propongo que el matrimonio se venza después de siete años. Esto significa que uno podrá comprometerse por un periodo determinado y luego podrá renovar los votos, si así lo desea", declaró Gabriele Pauli, exponente de la Unión Social Cristiana (CSU, por sus siglas en alemán).
Las declaraciones de Pauli sorprendieron a la prensa alemana por tratarse de una candidata a la dirigencia de un partido caracterizado por su tradición conservadora como el CSU y además por haberlas pronunciado en Münich, una de las ciudades más católicas de Alemania.
La hipotética prescripción del contrato matrimonial le mereció más críticas que las suscitadas por su aparición en un magazine de tirada nacional con una elocuente vestimente sadomasoquista.
De hecho, sus propios compañeros de partido la invitaron a "esforzarse", pero no en conservar su matrimonio -ya que se ha divorciado dos veces- ni tampoco en ganar las internas del CSU -para las cuales la prensa la da como clara perdedora- sino en "buscarse otro partido". |