El adolescente Bogdan Georgescu estaba muerto. Sin embargo, el médico a cargo de la morgue en ese momento creyó advertir un movimiento en su cuerpo. Cuando se acercó a investigar, recibió de parte del supuesto occiso una tremenda trompada.
El joven había sido trasladado a la morgue del Hospital del Condado de Brasov, en Rumania, dado que no mostraba signos de vida. Al arribar al hospital fue declarado muerto y depositado junto con otros cadáveres. El muchacho explicó que cuando se despertó no tenía idea de dónde estaba. "Miré a mi izquierda y a mi derecha y vi mujeres muertas y luego un hombre vestido de blanco se acercó a mí. Entré en pánico. Creí que venía a matarme", relató.
Al parecer, el joven fue víctima de un colapso que lo dejó inconsciente y sin signos vitales. "Lo último que me acuerdo es estar tomando un café con mi hermano y luego me desperté en la morgue", dijo Georgescu. El joven, de la localidad de Faragas, está siendo sometido a un estudio neurológico para determinar el origen del extraño ataque. |