No todas las galletas de arroz son iguales y, pese al "sabor aburrido" que las caracteriza, una compañía decidió seguir en el mercado pero diversificando su propuesta y poniéndole alas a su imaginación.
Claro está que le puso alas, patas, cabeza y punzón. Una compañía de Omachi, 160 kilómetros al noreste de Tokio, modificó la receta tradicional de las galletas de arroz añadiéndole mucho amor pero también un par de avispas.
De insectos odiados, las avispas de Omachi pasaron a ser tan preciosas como el tradicional pescado japonés, ya que desde que el fabricante decidió incluirlas en su producto, varios cazadores -ancianos en su mayoría- se pasan el día capturándolas para luego estamparlas sobre la galleta, no sin antes cumplir con un riguroso proceso de disección.
Cada paquete de las particulares galletas tiene un costo cercano a los 2 dólares, pero la producción está limitada al éxito de los ancianos en la caza, ya que todas son capturadas en estado salvaje. |