Luego de las "vacas locas" y las "vacas vaqueras", finalmente un poco de prestigio reivindicará las capacidades intelectuales del animal encargado de alimentar la historia de la humanidad, literalmente. Todo gracias a las vacas de la Granja Chirigota, ubicada en las afueras de Madrid, las cuales asisten plácidamente a un recital de Mozart mientras son ordeñadas.
No es ningún chiste de gallegos ni es la última locura del excéntrico compositor. Según Nicolas Sieber, encargado de la granja, es una técnica importada de Israel, la cual ayuda a mantener al animal con la suficiente tranquilidad como para mejorar su producción, pero también con la atención necesaria para que no se duerma.
Los resultados hablan por sí solos: una vaca que escucha a Mozart produce hasta 5 litros más de leche por día que una "vaca inculta", mientras su producto resulta más rico en proteínas y propiedades alimenticias.
Tradicionalmente considerado un animal pasivo y un poco lerdo, el público vacuno resultó bastante selectivo a la hora de elegir la música adecuada para evacuar su preciado líquido y al parecer sólo el Concierto para arpa en D mayor posee las tonalidades necesarias para mejorar su leche.
Se presume que la técnica, que seguramente comenzará a ser usada en una gran cantidad de granjas españolas, producirá un cambio en el perfil de la "vaca perfecta", que ahora, además de una ubre abundante, deberá hacerse a un refinado oído musical que permita hacer realidad eso de que "una vaca lechera no es una vaca cualquiera", como dice la canción infantil. |