Para qué sirve el entendimiento, para qué se encadenan las ideas de los pensadores de todos los tiempos en un hilo coherente que cruza la historia y que denominamos Razón, si no es para lograr lo imposible. Un poderoso gladiador de la mente ha triunfado donde todos hemos querido ganar y perdimos. Karl-Friedrich Lentze un excéntrico inventor y artista alemán encontró el desmesurado método que, desafiando a la lógica y a la naturaleza, endereza una banana.
Lentze, quien tomara cierta celebridad local a principios de año cuando intentó que se prohibiera a Papá Noel, explicó que "éste es el mayor invento desde el pan en rebanadas. Una vez que la gente se acostumbre a la banana derecha, la banana torcida será desterrada del mercado. Las bananas derechas son más fáciles de comer y de almacenar". El inventor no sólo patentó el método para lograr plátanos sin curvas, sino que además aplicó su invento y presentó orgulloso su logro en el renovado cuerpo erecto de una fruta tropical.
Es conocida la excentricidad de los genios, y quizá por eso pidió que cuando lo sepulten le pongan una muñeca inflable en el ataúd. Antes le había escrito a varios zoológicos para que le dieran su cuerpo a las pirañas. Cuando le explicaron que las pirañas sólo comen cosas vivas preguntó si no era posible que "alguien moviera su cuerpo con un palo para mantener el interés de los peces". También consiguió la autorización legal para montar en Berlín un prostíbulo para perros. Las meretrices cuadrúpedas cobrarán unos treinta dólares para satisfacer los bajos instintos de sus clientes (también caninos, por supuesto). |