En Magurii Casinului, cerca del condado de Vrancea, Rumania, un pastor se hallaba realizando sus tareas cuando de entre los arbustos le salió un oso enfurecido que empezó a perseguirlo. El hombre, en su intento de fuga, se resbaló y se rompió una pierna. En ese momento pensó que su suerte estaba echada... pero su fiel perro pequinés tenía otros planes.
El perro empezó a acosar al oso distrayéndolo de su amo caído. La bestia empezó a perseguir al pequinés y fue adentrándose cada vez más en el bosque.
"Corrí lo más rápido que pude, pero me caí y me rompí la pierna derecha. Pensé que sólo Dios podía ayudarme y empecé mi último rezo. Ahí escuché a mi pequeño pequinés. Me había olvidado completamente de él. Empezó a atacar al oso y así lo distrajo. Una hora después salió del bosque sano y salvo", relató el pastor Petre Preda.
Preda explicó además que el pequinés se llama Oso y es un regalo que le hizo su esposa para que lo cuide en los bosques. |