Este camionero solitario de Texas no encuentra cura para su corazón roto. A pesar de haber sobrevivido al horror de la guerra de Vietnam este recio conductor sucumbe al desconsuelo de no poder hallar a esa muchacha que nunca le dijo su nombre. En un impulso, ella lo besó en un ascensor de la Estación Naval de Norfolk.
Como el detective de un "road movie" norteamericano, Cunningham sigue pistas de un estado a otro, y recientemente, le informaron que la mujer de pequeña estatura, pelo castaño y ojos café que él busca puede ser Patricia Turner de Filadelfia. Anteriores indicios habían arrojado otros nombres, así que pagó un anuncio gigante en la carretera interestatal 676 donde con grandes letras amarillas informa "busco a ex cadeta naval Patricia Turner, Sandy Durpree o Antoinette Puglisi 1-800-696-3084 Gold88mp@aol.com".
Según explica Cunningham él la había visto en la base naval varias veces durante tres meses y le parecía hermosa. Un día el destino quiso que abordaran el mismo ascensor. Ellos solos. Él la miró y detuvo el elevador. La besó y ella respondió tomándolo de la nuca y estrechándolo contra sí. Ellos no notaron cuando empezaron a subir, ni cuando la puerta se abrió. Oficiales de alto rango los reprendieron por violar las reglas de la base. A él lo asignaron a un camión fuera de la estación y sólo la pudo volver a verla dos veces... de lejos. Nunca llegó a preguntarle su nombre.
Debe haber sido todo un beso.
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