Trabajadores de los servicios de emergencia en Nueva Zelanda se sorprendieron al recibir una llamada de una mujer que tenía la boca cerraba con pegamento y pedía ayuda desesperadamente.
La pobre señora sólo podía emitir gruñidos y sonidos guturales, pero por suerte pudieron entenderle y acudir en su ayuda. Resulta que la mujer confundió un pomo de súper pegamento con lápiz labial y al cerrar la boca sus labios quedaron sellados.
Según informa el diario Otago Daily Times, la señora de 64 recibió atención médica inmediata. Una ambulancia se acercó a su hogar y la trasladó al hospital más cercano.
"Debido a los sonidos distorsionados y gruñidos, pensábamos que la señora estaba amordazada", declaró el asistente que recibió el llamado telefónico.
Cuando la asistencia llegó al hogar de la anciana, descubrieron que se había aplicado el pegamento en los labios.
Afortunadamente los médicos pudieron abrirle la boca con simple procedimiento y ahora la señora ya puede volver a hablar. |