Apoyó su irreemplazable Stradivarius de 314 años de antigüedad en el piso mientras ordenaba un bocadillo en la estación londinense de Euston. "Ella y su amiga no estaban mirando sus bolsos. Estaban con sus teléfonos y computadoras. De repente vino desesperada a decirme que llamara a la policía, que su bolso había desaparecido", explicó Hafid Salah, empleado de la cadena de comidas rápidas "Pret A Manger". La joven intérprete le exigió además ver la cinta de seguridad de la tienda.
El Detective Inspector Andy Rose, de la policía británica, explicó que un artículo tan valioso, raro y distintivo no será fácil de vender. Ya se está ofreciendo una recompensa de 20.000 dólares a quien aporte información que favorezca su recupero.
La bella ejecutante de 32 años, oriunda de Corea del Sur, ni siquiera es dueña legal del instrumento. En casos como éste, donde el violín es una pieza invaluable del patrimonio humano, son instituciones culturales las que se lo prestan a músicos dotados por tiempo indeterminado. |
