Jason Cull estaba nadando cerca de Middleton Beach, Australia, cuando una ricurita omnívora de cuatro metros de largo se le arrimó inesperadamente. "Al principio pensé que se trataba de un delfín pero cuando se vino directo a mí me dí cuenta de qué era", explicó.
Cull, un maestro de escuela de 37 años de edad, intentó resistirse pero el tiburón lo tomó de una pierna y lo jaló hacia abajo. "Recuerdo que me arrastraba hacia el fondo. Lo recorrí con la mano y cuando encontré el ojo le clavé el dedo. Y ahí me soltó".
Cuando finalmente salió a la superficie gritó alertando a los demás bañistas que nadaron aterrados hacia la playa. El tiburón se interesó por otros dos nadadores y se alejó de Cull.
Joanne Lucas, una voluntaria del club de surf local, de 50 años de edad, contra todos los pronósticos se tiró al agua para rescatar al hombre. "Afortunadamente me llevó a la orilla porque yo no creo que lo hubiera logrado solo".
El hombre tuvo que ser internado para una intervención quirúrgica debido a la seriedad de la mordida. |