Douglas Jones, de 57 años de edad, echó tres mil pelotitas de golf en un arenero del Parque Nacional Joshua Tree de California. Lo que para él era un homenaje a todos los golfistas muertos para los guardaparques es tirar basura en un espacio público y una reserva natural.
Joe Zarki, vocero del parque, explicó que el problema de la basura y la contaminación es muy grave en los parques nacionales y que este señor además de las pelotitas también dejaba latas con fruta o verdura para "asistir a los caminantes".
El hombre enfrenta ahora una causa que terminará en una importante multa o en una pena de prisión. Cuando los periodistas llamaron a su casa para consultar por qué había hecho semejante cosa no estuvo disponible para hablar. Sin embargo su padre de 84 años declaró que si bien no sabía nada del hecho reconocía que su hijo, casualmente, trabaja en un circuito local de golf.
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