Uno de los diferenciadores de las muñecas de la empresa American Girl es que vienen acompañadas de sus historias. Está Kaya la india nativa americana, Rebecca la inmigrante judía, etc. De esta forma el juguete, que viene acompañado de un libro, aporta una base para los imaginativos juegos de los niños.
El problema surgió con el lanzamiento de Gwen, la muñeca sin hogar. Abandonada por su padre se ve obligada a vivir en un refugio junto a su madre. Al principio todo el mundo asumió que la venta de la muñeca era parte de una campaña para recaudar fondos para la gente sin hogar, pero fue una presunción equivocada.
La crítica más fuerte en contra de Gwen se pregunta lo siguiente: si esta muñeca pretende incluir a los más desafortunados de la sociedad en un cuestionable juego "realista" deberían explicar también de dónde va a sacar un niño que no tiene dónde dormir 95 dólares para comprarla. |