"Son sus padres los que dejan los regalos el día de Navidad", dijo. Y repentinamente la inocencia de 25 niños se resquebrajó para siempre. Al dolor le siguieron las lágrimas pero una lesión más profunda, una que quizá ni siquiera hayan notado, los privó para siempre de la fantasía del bonachón hombre de rojo.
Cada alumno de 7 años de la Blackshaw Lane Primary School en Royton, Inglaterra, ese día llegó sombrío a su hogar. Un pedacito de infancia se le había deshecho. Al tratar de explicarles a sus padres la revelación que les había caído encima muchos se deshacían en llanto, recriminación y duras lamentaciones. Los padres, furiosos, no podían creer que la maestra hubiera hecho una cosa semejante, y justo en esta época.
La escuela anunció pero no definió un castigo para la docente. Janet Doherty directora del “Consejo de niños, jóvenes y familias” de la institución aclaró que seguramente "la dirección se hará cargo del tema con sensatez y apropiadamente".
Algunos padres dijeron a sus hijos que Papá Noel sí existía pero que la maestra profesaba una religión que descree del viejo barbón. De esta forma, apagaron el incendio a fuerza de sacrificar aun más su credibilidad. Y sólo para posponer lo inevitable. |